Más de SURA

  • Fernando Castro Pacheco (1918 – 2013)
  • Pensamiento en Violeta,1987
  • Óleo /Tela
  • 50 x 40 cm
  • icono bandera México​

Reseña

En ella rebasa las reminiscencias mayas, aunque es evidente que la gracia de su utilización consciente derivaría luego en un tratamiento personal en toda su pintura: el uso de manchas de colores traslúcidos como fondo y envolventes de la figura dibujada como lo hace en «Pensamiento en violeta» que alegoriza la nobleza de la mujer madura: madre, naturaleza, patria, libertad, nobleza, ahora contemplada con serenidad.

Biografía del autor

Durante sus primeros años de artista se dedica a practicar el grabado, el dibujo y las composiciones murales, en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal. Cuatro años después es designado maestro de dibujo en la Escuela Popular de Arte de la misma ciudad. Sus primeros grabados en madera y linóleo son realizados en 1939 y sus primeras litografías en 1942. Sus grabados de gran formato en madera de hilo son utilizados para imprimir carteles en color que decorarían en forma de murales las escuelas primarias y jardines de niños en Mérida. En 1943 se traslada a la Ciudad de México donde radica hasta 1973 dividiendo su actividad entre la docencia artística, la función administrativa ilustra libros, revistas y otras publicaciones, ejemplo de ello son «La flauta de caña» de Fernando Espejo y «Los pozos sagrados» de Miguel Álvarez Acosta. De 1960 a 1972 funge como director de la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda. Ha emprendido dilatados viajes por varios países europeos (España, Italia, Francia, Inglaterra, Holanda y Bélgica). En el Palacio de Gobierno de Mérida, Yucatán se encuentran sus murales más conocidos, entre ellos podemos mencionar: «Cosmogonía Maya», «Personajes y hechos históricos de Yucatán», «El hombre en marcha» «La lucha interna de México» y «El hombre en la historia de Yucatán». También realizó murales en el Palacio de Gobierno de Querétaro. Entre las distinciones que ha recibido están el Premio de Pintura del Salón de la Plástica Mexicana en 1954 y 1961; el Premio de Grabado del mismo Salón en 1955 y las medallas Yucatán y Eligio Ancona otorgadas por el gobierno de su estado natal en 1972. En su obra resalta en plenitud y de manera austera el universo de las formas en su dimensión plástica.